Chile, además de ser conocido por sus bellísimos e impactantes recursos naturales, es también reconocido en el mundo entero por sus magníficos y prestigiosos vinos. Los mismos han sido introducidos con éxito en los mercados internacionales y Chile se ha convertido así en uno de los principales exportadores de vino a nivel mundial. La especial conjunción de un clima mediterráneo templado con las particulares características geográficas del país permite producir vinos muy especiales, que recogen las características únicas del lugar. La viticultura sustentable se ha convertido en una potente elección, encontrándose en Chile algunos de los viñedos orgánicos más grandes del mundo. Entre los fértiles valles que rodean los alrededores de Santiago y Valparaíso destacamos los del Aconcagua, Colchagua, Maipo, Casablanca y Cachapoal, siendo las cepas Cabernet Sauvignon, Carménère, Syrah, Pinot, Sauvignon Blanc y Chardonnay las más cultivadas.
Siguiendo la ruta del vino de estos valles podremos ir descubriendo reconocidas viñas que nos invitan a experimentar aromas, sabores y cuerpos exquisitos, como también a alojarnos en sus exclusivos hoteles boutiques para sentir en profundidad la magia del lugar y vivir una experiencia única.
Cercano al valle de Casablanca se encuentra Valparaíso (o también llamada La Joya del pacifico), puerto más importante de Chile y una ciudad difícil de olvidar. Como buen puerto, Valparaíso tiene una interesante vida nocturna en donde la bohemia sale a recorrer los lugares míticos del café, del vino, y de la gastronomía local. En el año 2003 Valparaíso fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, reconociendo su riqueza arquitectónica desarrollada principalmente a fines del siglo XIX. Las casas multicolores construidas en las faldas de los múltiples cerros desafían la gravedad y el vértigo. Podemos observar grandes mansiones que contrastan con pequeñas casas sostenidas en débiles palafitos. Hermosos callejones que desembocan en escalas eternas invitan al descubrimiento y al asombro de la vida en vertical. Un laberinto donde la luz nos señala el camino hacia algún mirador; donde el Pacífico se abre mostrándonos la agitada vida portuaria con sus grandes barcos y botes multicolores. Destacamos la Casa museo “La Sebastiana” del poeta nacional Pablo Neruda; los exclusivos hoteles boutiques emplazados en encantadoras casonas antiguas; y los antiguos ascensores de los cerros Alegre, Concepción y Artillería que nos ofrecen un paisaje pleno de grandeza y contraste.